¿Quién es Andrea?
No creo poder llegar a tener una respuesta certera a esa pregunta. Considero muy humano el tener una narrativa de ciertos principios estables, que nos hacen personas consecuentes, o con ciertas disposiciones de carácter que nos hacen ser buenos deportistas (perseverantes, esforzados, perfeccionistas, rudos), cuando la realidad es siempre más compleja. Me gusta pensar que, al menos, soy alguien que se hace esa pregunta a diario y que trata de, al final del día, no causar daño a los demás, a pesar de que me gusta mucho estar en contacto con mis emociones y pensamientos «negativos», que habitualmente son condenados socialmente. En función de cómo ande mi energía, puede que trate de aportar algo a otros, pero también soy cínica acerca de cuán significativo puede ser ese aporte. Los que trabajamos en educación a veces partimos con intenciones muy mesiánicas, pero terminamos chocando contra muros que van cultivando cierta desesperanza. Por eso, tal vez, el deporte aparece como una alternativa, como una arena que promete ser más justa si la construimos así.
Tu primer recuerdo deportivo
No es muy bueno, pero creo que da cuenta de ciertos rasgos que permanecen en mí. En Kinder hacía patinaje de carrera en el patinódromo del Parque O’Higgins. Según mi memoria (convenientemente), era bastante buena y patinaba con gente más grande que yo. Hasta que llegó el día de la carrera, y teníamos que correr obligatoriamente con unos shorts celestes que odié y, al momento de partir, me dicen que además tenía que usar un casco. Nunca habíamos usado casco en los entrenamientos y no me gustó la idea, así que me amurré y dije que no iba a correr. No volví a ese grupo, pero seguí patinando por mi cuenta en la calle. Y sigo odiando el equipamiento obligatorio en las carreras.
¿Qué te gusta, que no te gusta o cambiarías del deporte en Chile?
Tendría que estudiar mucho más respecto a las políticas deportivas en Chile para dar una opinión más fundada. Creo que si bien no somos un país tan desarrollado económicamente, se pueden dar sinergias circulares cuando se decide invertir en ámbitos como el deporte y la cultura, que suelen ser vistos como lujos circunscritos a una elite. Y si bien sería ideal cambiar el paradigma al respecto, creo que se puede partir al revés, con acciones que vayan generando el cambio de mentalidad. Específicamente, para promover una cultura deportiva y de montaña, tenemos que ponerle más atención a los niveles preescolares y escolares. Y si bien hay buenas ideas incipientes en términos de educación al aire libre y educación ambiental en el currículo escolar, casi nunca son implementadas, y esto está relacionado con los recursos económicos, pero también con otros aspectos más abordables, como los tiempos destinados a estas materias, cómo se enseñan, cómo se consideran los intereses de los estudiantes en su educación, etc. Siempre le he tenido fe a trabajar con los niveles directivos y docentes para generar cambios más que a las políticas educativas, pero estas, incluyendo las condiciones laborales de los educadores, tienen que ser las mínimas para permitir las iniciativas creativas.
También tuve la oportunidad de observar la gestión específica en relación a la selección de trail running, y ahí hay aspectos de compadrazgo, influencias, machismo, y poca atención al detalle que dan para mucho más análisis.
Tu perspectiva sobre la desigualdad de premios/reconocimientos/sponsors deportivos entre hombres y mujeres
Alguna vez escribí todas las historias que me habían ocurrido en relación a estos temas en mis participaciones en carreras de trail running en Chile, que son ejemplos de un problema mayor, que tiene que ver con la importancia que se da al deporte femenino en relación al masculino en las distintas disciplinas deportivas, con las diferencias en cómo las mujeres y hombres deportistas son mostrados en los medios y cómo lenguajeamos al respecto, con a quiénes se les otorgan las posiciones de poder y la autoridad para tener opinión en los temas deportivos, las exigencias diferentes que se realizan a uno u otro género en términos estéticos, la exposición mayor de las mujeres (y en especial las niñas y adolescentes) a abusos psicológicos y sexuales de parte de entrenadores ,y los castigos a la maternidad que sufren las deportistas. Es un momento súper emocionante en todos estos temas, donde muchos abusos (Larry Nassar, Alberto Salazar), han salido a la luz, las redes sociales permiten compartir esto de manera más fácil, y de esta forma crear conciencia al respecto. Pero por supuesto que esto y las condenas tardías a los victimarios y marcas no son suficientes. Todos tenemos un rol que jugar para cambiar esto, y por eso invertí bastante esfuerzo en comunicar historias de mujeres que están realizando proyectos importantes en distintas disciplinas deportivas en un podcast que realicé el año pasado con otras trail runners y una página web, porque creo en el poder de las historias para inspirar y mover a otros, y generar discusiones que abran un cuestionamiento del status quo en el deporte. Me encantaría retomar eso, pero de una manera que sea sustentable para mí, porque no puede ser que solo a los hombres les paguen por este tipo de trabajo deportivo.
Tu mejor y peor recuerdo en una carrera
Son muchos, pero va un ejemplo de cada uno: el mejor, llegar a la meta de Boston con mi mamá el año pasado, donde fui su pacer para ayudarla a hacer un PB en maratón, porque me gusta ver cómo va corriendo cada vez un poco más el horizonte de lo posible (de hecho, ahora la inscribí para Comrades y nunca ha hecho un ultra); y el peor, recuerdo estar tan cansada en una parte de Moab 200 que me quedaba dormida caminando y al despertar no sabía para qué lado tenía que ir. Se me había olvidado sacar la batería externa en el punto anterior, así que no tenía mapa, por lo que estuve dando vueltas en ese tramo como por una hora hasta que se me pasó el sueño para lograr salir de ahí.
Tu primera carrera en el extranjero
El maratón de Buenos Aires en 2010, que fue mi segundo maratón. Iba medio lesionada, así que no fue una muy buena carrera, pero siempre se pasa bien en Buenos Aires.
Algo sobre tu trabajo o estudios
Soy psicóloga, y los últimos años estuve estudiando un doctorado en educación en Nueva York (hice mi tesis en cómo los estudiantes y profesores de distintas realidades en Chile entienden y enseñan/aprenden Formación Ciudadana), y trabajando como docente universitaria. Busco trabajo (no tiempo completo, por favor, para poder entrenar). Les dejo mi mail: andrealopezb@gmail.com
Tu mejor gadget con el que siempre sales a entrenar
Solo uso Strava en mi celular. Amo Strava y la gamificación de la vida, a pesar de todos sus posibles contras; soy una cínica pero con una gota de esperanza en las bondades de las tecnologías y redes sociales.
Tus zapatillas o ropa regalona, vieja y que nunca quieres tirar a la basura
Hace poco se me rajaron unos shorts históricos y los tuve que dejar ir, pero en general es el short que genere menos roce, que voy a usar eternamente hasta que no dé más. Me gustan las poleras ink n burn porque le dan algo de onda a la tenida, y los gorros Ciele para jurarme cool. No sé por qué New Balance dejó de hacer las zapatillas Leadville, porque eran perfectas para ultras.
Un amuleto, mantra o acciones previas a una carrera
Ninguno en particular, pero ojalá logre ir al baño, porque si no sé que voy a tener que parar durante la carrera.
El cuidado de tus pies
No tengo muchos problemas con ampollas. Antes me parchaba con Leukotape para las carreras preventivamente, pero creo que ya mis pies se acostumbraron. Suelo echar calcetines extras en la mochila para cambiarme cuando paso por agua.
Algo de otros deportes u aficiones
Me gusta tener una aproximación de diversión al deporte, así que pruebo todo aunque sea pésima: he hecho varios triatlones, me gusta andar en bici, las carreras de aventura, patinar, esquiar, hacer rutas más largas en modalidad fastpacking, etc. Pero es imposible hacerlos todos en paralelo con el respeto que requieren para mejorar la técnica y los desempeños. Por eso es solo por diversión, y creo que también funciona para mantener el interés por correr, porque si solo hiciera eso ya me habría aburrido. Por otra parte, después de una carrera o largo quedo muy cansada para volver a correr al tiro, así que la bici siempre es buena en esos casos.
En otras aficiones, claro que está la cerveza, en particular soy una IPA lover, y me gusta probar nuevas si es que es posible. Creo que la industria de cerveza artesanal local está teniendo un momento súper interesante y es lindo verla crecer a pulso.
Un sueño que hayas cumplido
No era un sueño que tenía de antes, pero creo que ganar Tahoe 200 fue una buena experiencia porque me mostró que podía hacer más de lo que creía.
Un sueño por cumplir
Muchos. No competitivos, el GPT es un pendiente muy grande, y creo que tengo que dejar ir las excusas para intentarlo de forma continua, porque es irracional, y si uno lo analiza desde esa óptica, de la racionalidad, hay muchas razones para no intentarlo: económicas, de tiempo, de continuidad laboral, de seguridad en la ruta, etc. Pero precisamente por eso, porque no es un Appalachian Trail o Pacific Crest Trail, es que es tan atractivo. No necesito ser la primera, así que si alguien quiere ir a hacerlo, por favor que lo intente.
En competencias, estoy en la lotería del Tor des Geants; no sé si vaya a quedar, pero si voy, creo que está en mis capacidades quedar en el top 10 de las mujeres. No quiero ir a por menos, así que entrenaré para eso. Nunca he entrenado con un objetivo, salvo para terminar UTMB y Tahoe, así que eso va a ser novedoso, porque implica exponerte a fracasar, lo que siempre es difícil.
También creo que está en mí el 3:15 en maratón, y tengo que confesar que me encantan los maratones. Encuentro que en ellos puedes experimentar muy bien la pureza del deporte; es una distancia que te obliga a darlo todo de forma continua, pero a la vez siendo estratégico, y que te obliga a entrenar: como dijo Oprah, “Running is the greatest metaphor for life, because you get out of it what you put into it. ” Yo solo hice el entrenamiento de maratón el primer año, y después de eso solo fui y las corrí. Mejoré mis tiempos, pero nunca hice la tarea para ver qué efectos podía tener. Y aunque la diferencia en minutos no pueda ser mucha, creo que el proceso de luchar por bajar esos minutos puede ser muy gratificante.


Sobre El Autor
Diego Hernández
Loco e inquieto, viajo por el mundo con la excusa de correr.