

Petzl Trail Plus 2019
Fecha: Domingo 14 de abril de 2019
Lugar: Tungurahua
País: Ecuador
Distancia: 50K
D+: 4930
Todo comenzó a principios de año, donde comencé a ver qué carreras me gustaría hacer este año, principalmente en Sudamérica. Me decidí por ir a Patagonia Run, pero mi sorpresa fue que es demasiado cara para mi bolsillo. Entonces, mi amiga Caroline Sebert me dijo que hiciera de su pacer/acompañante en los últimos 50K, pues ella correrá allí las que serían sus primeras 100Millas. Llegó otra decepción, la organización no admite pacers. La alegría me llegaría después al saber que Caroline había ganado la carrera ?.
Cuadrando fechas, ese mismo fin de semana, encontré la PetzlTrailPlus, con muchas distancias para todos los gustos y en un país que no conozco y eso es lo que más me gusta de este deporte, como dice mi logo en Instagram @runcations, “Viajar con la excusa de correr”.
Buscando información en ITRA veo que los 80K tiene casi 5.000m de desnivel así que pienso que esta es mi carrera. Luego veo en la web del organizador que los 80K tienen casi 8.000m de desnivel y eso es mucho para mí. Voy por los 50K con +4.930 -4.830 según la web del organizador que difiere de la que está en ITRA ¿Quién de los dos no da la información correcta? Da que pensar, pues con el cambio de los puntos ITRA, muchas carreras han cambiado su recorrido para mantener el puntaje de otros años.
Se acerca la fecha y se que voy a encontrarme con parajes espectaculares, volcanes, tal vez lluvia y mucha humedad. Hora de volar por 5 horas Chile-Ecuador. En Quito me espera mi amiga Vanessa quien por temas laborales no puede ir a correr los 80K. Ella me ayuda con su coche y me acerca a un paradero para tomar un bus que me lleve a Baños.
Casualidades de la vida, según subo al autobús sube un chico alto y rubio quien me pregunta si voy a Baños a correr, porque vio mis zapatillas de Trail. Su nombre es Benno, un Suizo-Ecuatoriano, guía de montaña y gran conocedor de la zona, con quien entablo conversación durante todo el viaje. Me cuenta todo lo que vamos viendo en el camino, muy simpático y agradable. Yo desconozco todo sobre Ecuador y el me da una gran lección de vida, cultura, agricultura, clima, geografía local y un sinfín de cosas. Ambos correremos la misma distancia yo con bastones y el sin ellos, pues posee gran fuerza de su trabajo en la montaña.
En Baños de Agua Santa comienza la zona de la Amazonía ecuatoriana y la vegetación es muy verde, hay color mires por donde mires, ves árboles, plantaciones, saltos de agua, vistas espectaculares y largas y empinadas cuestas por las que discurrirá la carrera.
Quedo con Oscar, Cucho, Rosalía a quienes conozco de Chile y a Benno para compartir y salir a cenar. Busco que hacer el sábado y me recomiendan visitar el Pailón del Diablo, un lugar con un tremendo salto de agua, en un magnífico entorno y un imperdible si estás allí. Sin prisa, salimos tras desayunar Oscar, Cucho y yo, montados en un pequeño bus típico de la zona, hecho para turistas y que sólo cobran 1USD por el viaje de ida. Mejor que describiros como es aquello, contemplar las imágenes ?
Domingo 14 00:30, día de la carrera
Todos los corredor@s estamos dentro de un pabellón deportivo calentando, charlando, riendo, saludando. Hay caras de nervios, concentración, sonrisas cómplices, unos ya están transpirando, con el corazón listo para salir a por todas y alzarse con la victoria, pues esta distancia clasifica para la selección de Ecuador, mientras otros prefieren no calentar. Estoy listo para la pelea deportiva, me situo como siempre por la mitad del pelotón, pues creo que es donde merezco estar y dejar adelante a las liebres ?. Frontales alumbrando al cielo, mucha gente situada pasada la salida con el móvil listo para grabar a sus amigos, familiares y a todos los que pasaremos a su lado. Abrazos de “todo lo mejor” a los compañeros y comienza la cuenta atrás: nos vamos en 10, 9….00000! los primeros metros son de calle, que en breve se convierte en camino forestal y comienza de una, la primera subida, lo cual hace que el grupo de alargue y deje a cada uno en su lugar según su ritmo. Salgo rápido, pero controlando no pasarme de revoluciones para no quemarme sin justificación, pues esta carrera va a ser dura, muy dura. Los caminos son anchos y se puede correr a raticos. Llega en primer kilómetro vertical, de un total de cuatro, voy fresco, sólo, concentrado, bastoneando y tomando mi propio ritmo para superar esta larga subida, donde está el primer punto de control de un total de 8, esto si que es producción, hay de todo lo esencial para apenas llevar tu propia comida si quieres. Yo soy de llevar los carbohidratos en polvo para digerirlos mejor, así que el primer PC paso de largo pues llevo agua suficiente. Comienza la bajada y hago grupo con otros corredores que no conozco, viendo que llevamos el mismo ritmo unos se quedan atrás, otros avanzan más rápido y yo me quedo con Marie, una corredora ecuatoriana con la que compartiré 40 kilómetros. Ella es dura en la subida, yo soy peor en eso, yo soy rápido en bajada y llano, ella no tanto, así que formamos un buen grupo. Historias, risas, compañía y ayuda, porque mi frontal se ha quedado sin pila, así que me alumbra un poco hasta que en el siguiente PC cambio las pilas, Gracias Marie. El circuito ya no deja correr, según haces una interminable subida, llega una interminable bajada. Seguimos pasando los PC y mi frontal se vuelve a quedar sin pilas, que mala pata, algo está mal en el frontal, que por suerte lo solvento porque llevo más pilas por si acaso y un frontal pequeño, el Petzl Bindi, genial para entrenar y pasar unas 3 horas corriendo. A Marie la están siempre esperando con las cosas listas en los PC, así que ella sale rapidísima y me toca alcanzarla corriendo para no perder el ritmo. A cada rato me dice que va mejor que nunca, rápido y con más de una hora sobre su previsión.
El sol hace aparición a la lejanía, alumbrando el tremendo paisaje del cajón en que se encuentra Baños, esto me hace desconectarme de la carrera para mirar por momento el horizonte mientras corro un par de kilómetros por asfalto. Llega el punto más duro, la última subida hacia la Virgen y el famoso columpio, donde al pasar una cima piensas que ya está arriba pero no es así, llega otra y otra y otra falsa cumbre. El sol calienta y cada paso es mas duro. En cada PC me he bebido el agua que me quedaba en los softlask y los he llenado siempre para beber cada poco, pues la humedad es alta y no quiero deshidratarme como me ocurrió en HongKong Ultra. Marie se queda en la última subida y yo me despego aumentando el ritmo, gastando todo lo que tengo luchando con la subida, comiendo y bebiendo sin cesar. Por fin! He llegado el último PC, el Columpio, donde hay un grupo médico que son quienes dictarán si los corredores siguen o les hacen parar allí para terminar su carrera. Quedan 8 kilómetros y todo en bajada así que paso a paso voy tomando ritmo, dejando la montaña y llegando al asfalto de Baños.
Se escucha el bullicio y megafonía de la meta, hay mucha gente animando, muchísima, me hace acelerar, ponerle con todo el ñeque como dicen allí, aplaudir a la gente, sonreír, cruzar la meta y emocionarme. El locutor me entrevista, todo ha sido duro y espectacular y me dice ¿Qúe vas a hacer ahora? Voy a tomarme una cerveza jaja, pues aquí te van a traer una y así fue, que risas y que gente más simpática.
Paso por la zona de masaje de descarga y marcho a ducharme y volver a la meta a esperar y animar a los demás corredores. Llega Cucho y más tarde Oscar. Todo es júbilo allí, en la plaza Baños están todos, niños, padres, abuelos, es día festivo.
Aplaudo a todos los voluntarios, quienes han ayudado a traer comida, a llenar de agua mis bidones, a animar en cada PC. Las carreras las hacen los organizadores, nosotros las corremos y los voluntarios la engrandecen y hacen inolvidables.
Petzl Trail Plus, volveré a correrla, pero iré a por los 80K.
Sobre El Autor
Diego Hernández
Loco e inquieto, viajo por el mundo con la excusa de correr.